¿Es el CBD un tratamiento natural para aliviar el dolor?

¿Existe algún tipo de dolor? El gesto es sencillo: tomar paracetamol, un antiinflamatorio o algo más fuerte, según la intensidad. Sin embargo, los analgésicos no tratan la causa del dolor. Y lo que es peor, van acompañados de efectos secundarios a veces graves.

Aunque el cannabidiol (CBD) no pretende curar, tiene propiedades analgésicas que plantean seriamente su utilidad como tratamiento natural del dolor.

Diferentes tipos de dolor y cómo tratarlos

Sería muy simplista centrarse sólo en el "dolor" en su conjunto. En efecto, las razones por las que sentimos molestias o dolores son muy variadas y no se tratan necesariamente de la misma manera, sobre todo si son traumáticas (debidas a un golpe, una caída, un accidente), crónicas (que persisten o vuelven a aparecer con el tiempo) o el síntoma de una enfermedad.

Así pues, los tratamientos para el dolor se dividen en varias categorías.

Principales analgésicos (calmantes)

  • Analgésicos de nivel 1, para dolores leves o moderados. Paracetamol (especialmente Eferalgan), Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (o AINE, incluidos los medicamentos a base de ibuprofeno, como por ejemplo Nurofen).
  • Analgésicos de nivel 2, para el dolor moderado o intenso. Forman parte de la familia de los opioides e incluyen la codeína, por ejemplo.
  • Analgésicos de nivel 3, para el dolor intenso. Se trata de opioides potentes, a menudo basados en la morfina o derivados de ella.
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Límites de los analgésicos convencionales

Aunque son inevitables en muchos casos, tanto en la vida cotidiana como para el alivio del dolor intenso y/o crónico, los analgésicos tienen diversos grados de efectos adversos. Los analgésicos de nivel 1, los más suaves, conllevan riesgos limitados, pero que existen. Están disponibles sin receta y deben utilizarse con precaución.

El paracetamol puede causar daños en el hígado si se toma en exceso. Los AINE deben evitarse a toda costa en caso de enfermedades infecciosas, ya que pueden agravarlas.

Esto es especialmente cierto en los casos de varicela, neumonía o Covid.

Los analgésicos de nivel 2 y 3, los más potentes, lógicamente sólo están disponibles con receta médica y es imprescindible realizar una evaluación previa con un médico. Los efectos secundarios son numerosos y pueden provocar problemas digestivos, vómitos, mareos y somnolencia.

Además de los efectos secundarios "clásicos", hay uno del que todavía se habla poco en Europa, pero que ha causado más de 300.000 muertes en Estados Unidos desde el año 2000: las sobredosis de opiáceos (130 muertes al día sólo en Estados Unidos). Los analgésicos más potentes conllevan un riesgo de dependencia psicológica y física.

Conocido por sus propiedades analgésicas naturales, el CBD ha surgido como una esperanza para un tratamiento natural contra el dolor, y no sólo para los pequeños dolores de la vida cotidiana.

¿Sufres de ansiedad?

¿Como tratar la ansiedad con el CBD? Conoce una experiencia personal del uso del CBD para tratar la ansiedad en el siguiente post y si lo ves interesante, compártelo en tus redes sociales.

Creemos que puede ser útil en los tiempos en los que vivimos y con el tema de la salud mental tan candente.

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Propiedades del CBD como tratamiento natural del dolor

El CBD tiene naturalmente una serie de propiedades que son útiles para el tratamiento del dolor. Los aceites y cápsulas de CBD, cómodos de dosificar y consumir, son sin duda una de las formas más eficaces de hacerlo.

El cannabidiol es notablemente:

Antiinflamatorio: al actuar sobre nuestro sistema endocannabinoide, el CBD ayuda a reducir ciertas inflamaciones.

Analgésico: es lo que le permite actuar sobre el dolor muscular y el dolor de espalda asociado.

Antiangiogénico: el CBD podría ralentizar el desarrollo de las células cancerosas, sin embargo, los estudios relativos sólo se han realizado en roedores.

Antioxidante: indirectamente relacionado con el control del dolor, las propiedades antioxidantes del CBD ayudan a mantener nuestro cuerpo más sano al proteger nuestras células de la oxidación.

Ansiolítico: el dolor incontrolado puede provocar trastornos de ansiedad. El CBD es calmante y ayuda a reducir este estrés y, por extensión, a promover el bienestar.

Gracias a todas estas propiedades, el CBD puede ser útil como alternativa natural a los tratamientos contra el dolor. Este puede ser el caso del dolor neuropático, la artrosis, el dolor de espalda, las migrañas o el dolor menstrual. También se utiliza ya en el tratamiento de la esclerosis múltiple y la epilepsia en algunos países en los que el cannabis medicinal está permitido.

Aunque no trata directamente, sin duda tiene interesantes propiedades analgésicas que explotar, sobre todo porque sus limitaciones son mucho menores que las de algunos tratamientos convencionales actuales contra el dolor.

¿Debemos preocuparnos por los efectos secundarios del CBD para el dolor?

Respuesta corta: no.

En la mayoría de los casos, el CBD tiene pocos o ningún efecto secundario. Se producen principalmente con dosis muy elevadas y a lo sumo consisten en sequedad de boca, dolor de cabeza o un ligero estreñimiento. Lo más interesante es que el CBD, a diferencia del THC, es un cannabinoide no psicoactivo. Por lo tanto, no produce un subidón y no conduce a la adicción o a la sobredosis.

El efecto placebo: ¿otro importante aliado?

El consumo de CBD para el dolor tiene sus adeptos. Otros son más escépticos o "no creen en él" porque no lo han probado, no han visto resultados o, simplemente, porque el estado de la investigación médica es todavía demasiado pronto para comprender los pormenores de los tratamientos con CBD para el dolor. Todos estos puntos de vista son obviamente válidos.

Sin embargo, hay que mencionar el poder del efecto placebo. Se trata simplemente del conjunto de efectos psicológicos beneficiosos observados en un paciente que ha consumido una sustancia sin principio activo. Obviamente, los resultados varían según las patologías y los individuos. Sin embargo, el efecto es real y representa una media del 30% de las reacciones observadas en los estudios sobre el dolor, con cifras que a veces superan el 50%.

Suponiendo que el cannabidiol sea sólo un placebo (lo que no es el caso si se dosifica correctamente), estas considerables cifras por sí solas podrían hacer dudar a los más escépticos de que el CBD pueda ser un tratamiento natural para el dolor.