El CBD tiene naturalmente una serie de propiedades que son útiles para el tratamiento del dolor. Los aceites y cápsulas de CBD, cómodos de dosificar y consumir, son sin duda una de las formas más eficaces de hacerlo.
El cannabidiol es notablemente:
Antiinflamatorio: al actuar sobre nuestro sistema endocannabinoide, el CBD ayuda a reducir ciertas inflamaciones.
Analgésico: es lo que le permite actuar sobre el dolor muscular y el dolor de espalda asociado.
Antiangiogénico: el CBD podría ralentizar el desarrollo de las células cancerosas, sin embargo, los estudios relativos sólo se han realizado en roedores.
Antioxidante: indirectamente relacionado con el control del dolor, las propiedades antioxidantes del CBD ayudan a mantener nuestro cuerpo más sano al proteger nuestras células de la oxidación.
Ansiolítico: el dolor incontrolado puede provocar trastornos de ansiedad. El CBD es calmante y ayuda a reducir este estrés y, por extensión, a promover el bienestar.
Gracias a todas estas propiedades, el CBD puede ser útil como alternativa natural a los tratamientos contra el dolor. Este puede ser el caso del dolor neuropático, la artrosis, el dolor de espalda, las migrañas o el dolor menstrual. También se utiliza ya en el tratamiento de la esclerosis múltiple y la epilepsia en algunos países en los que el cannabis medicinal está permitido.
Aunque no trata directamente, sin duda tiene interesantes propiedades analgésicas que explotar, sobre todo porque sus limitaciones son mucho menores que las de algunos tratamientos convencionales actuales contra el dolor.