El asma es un problema pulmonar y consumir CBD por vía oral o sublingual es la mejor opción, frente a la aplicación local (llamada tópica) que no permitiría obtener efectos significativos en este caso específico. Luego pueden funcionar varios tipos de productos, incluidas las flores y resinas. Sin embargo, el derivado más práctico y, por lo tanto, más recomendado sigue siendo el aceite de CBD.
El aceite de CBD está disponible en botellas o cápsulas. En ambos casos, el producto es particularmente fácil de dosificar, transportar, usar y almacenar.
Aceites de CBD de espectro amplio o completo, que te permitan aprovechar otros cannabinoides presentes de forma natural en la planta así como sus terpenos y flavonoides. A igual cantidad, los efectos serán potencialmente más marcados.
En cuanto a la dosificación de CBD, existen pocos estudios al respecto y es difícil recomendar una dosis general, ya que la calidad del producto, el peso del individuo y muchos otros parámetros (hábitos de consumo en particular) pueden influir en la cantidad ideal.
En general, se recomienda comenzar con una dosis baja (confíe en las instrucciones de uso de su aceite de CBD), luego ir aumentando gradualmente hasta alcanzar los efectos deseados.