Ten en cuenta la forma de tomarlo
La forma de tomarlo influye en la manera en que nuestro cuerpo asimila el CBD y, por lo tanto, potencialmente, en la dosis ideal.
· Inhalación: la más rápida. Reservado a los vapers, permite conocer rápidamente si la dosis es suficiente.
· Vía sublingual: la más eficaz, ya que permite una buena asimilación del CBD, sin que suponga la producción de vapores (y por tanto de toxinas).
· Vía oral: la más lenta ya que hay que esperar a la digestión. Ideal para un uso regular, esperando varias horas antes de aumentar la dosis. Aplicación local: el CBD sólo tiene efecto en la zona y, por tanto, la aplicación puede repetirse tantas veces como sea necesario.
Ajustar la dosis según el producto de CBD del que se trate
Dependiendo del efecto del entorno, los aislados de CBD pueden no ser tan efectivos como los productos de espectro completo. Por lo tanto, un aceite de espectro completo puede requerir menos CBD que el consumo de cristales.
El CBD también necesita grasa para ser asimilado correctamente por nuestro cuerpo. Por lo tanto, una infusión de cáñamo con leche entera es más eficaz y reduce las cantidades.
Escucha a tu cuerpo
Todo ser humano está dotado de un sistema endocannabinoide (SEC). Vinculado directamente a nuestros sistemas nervioso e inmunológico, es este sistema el que se "comunica" con los cannabinoides y, por tanto, les permite actuar en los seres humanos. Por lo tanto, escuchar a tu cuerpo es probablemente el consejo más importante cuando se trata de la dosis de cannabidiol. Según la ley del efecto, todos somos diferentes cuando se trata de cannabinoides. La dosis perfecta de CBD no existe.
Factores tan diferentes como nuestro peso, sexo, edad, genética y estrés influyen directamente en nuestra sensibilidad al cannabidiol. Independientemente de lo que te digan tus amigos, recuerda que debes ir probando poco a poco diferentes productos y dosis, hasta encontrar el que te convenga.
La dosis de CBD adecuada para cada necesidad
Por último, es importante tener en cuenta que, dependiendo de tus necesidades, puede ser necesaria una dosis mayor o menor de CBD. Una microdosis (<20 miligramos, según el peso) puede ser suficiente para reducir el estrés, dormir mejor o aliviar un dolor de cabeza. Para el dolor crónico de mayor intensidad, se requiere una dosis más alta, que puede ser de hasta 100 miligramos al día, dependiendo del peso. Por último, en los países donde se utiliza, el cannabis terapéutico va acompañado de dosis aún más elevadas que deben ser determinadas por un especialista de la salud.
Lo único que hay que saber es por dónde empezar. No te preocupes, te diremos cómo elegir tu dosis inicial. Le aconsejamos que empiece con un aceite de CBD orgánico de espectro completo (5% o 10%, por ejemplo): ¡será tan práctico y discreto como eficaz!